miércoles, 21 de noviembre de 2012

¡¡Inauguración!!


¡Hola a todos!

Hoy inicio mi andadura como bloguera... ¡qué nervios!

En este blog encontraréis reseñas de novelas románticas. Mis favoritas son las chick-lit o chikiqué, como diría Gema Samaro, pero pondré un poco de todo. O, al menos, lo intentaré. ¡No prometo nada!

También escribiré de vez en cuando algún relato breve y alguna entrada sobre restaurantes, tiendas, eventos... de mi ciudad (¡Valencia!) o de otros lugares a los que vaya.

Soy una devora libros (que no devora hombres...) así que iré reseñando sobre la marcha. Tengo muchos libros listos para reseñar y, como muchas veces leo en inglés, algunos de ellos todavía están pendientes de publicarse en España con lo que espero poder sorprenderos.

Por el momento, vamos a inaugurar el blog con un breve relato, mi historia de amor particular. Espero que lo disfrutéis y sigáis visitando el blog. Actualizaré con la frecuencia que me sea posible. ¡Ah! Si queréis seguirme en twitter soy @carlacrespouso


Ella lo observa con disimulo y esboza una ligera sonrisa. Su ondulado cabello castaño, sus ojos marrones y su pálida tez. Le gusta. Está nervioso y ligeramente achispado. También ella lo está.

Esa noche se ha esmerado al arreglarse: unas botas altas de tacón, unos vaqueros acampanados y customizados con pedrería y una blusa blanca con volantes. Se ha planchado el pelo y se ha maquillado a conciencia.

Sabe que está guapa. Pero él no parece darse cuenta. Se lo han presentado hace un momento, al salir del restaurante, pero en todo el trayecto hasta la discoteca no le ha dirigido la palabra.

Ahora, mientras esperaban en la entrada, él empieza a mirarla con mayor detenimiento. Es preciosa. La chica más bonita que ha visto en mucho tiempo, pero no se atreve a decirle nada, es demasiado para él.

De repente, tras un pequeño revuelo, unos cuantos de los amigos que la acompañaban deciden marcharse. Ella hace amago de irse, pero él la retiene. «Una chica tan guapa como tú no puede irse.» A día de hoy, esas palabras aún resuenan en su cabeza.

La invita y pasan la noche charlando y riendo. Apenas se conocen pero se compenetran a la perfección. Como si fueran amigos de toda la vida. Las horas pasan veloces y llega el momento de volver a casa. «Te acompañaré.»

Tras un breve paseo y algún que otro coqueteo la acompaña hasta su portal. ¿Eso es todo? ¿Ni un beso? ¿Ni una palabra bonita? ¿Ni pedirle su número de teléfono? Ella se despide sonriente pero su corazón está triste. Él no la ve como algo más.

Él, en cambio, se va satisfecho. Al menos se queda con un buen recuerdo mío. He hecho bien en no decir nada más, seguro que me hubiera rechazado.

Esa noche, apenas pueden dormir. Dan vueltas en la cama pensando el uno en el otro y, en cuanto se hace de día, se las apañan para conseguir sus respectivos teléfonos.

«Solo para darle las gracias por acompañarme a casa.»

«Solo para darle las gracias por la compañía.»

Pero la chispa está ahí, quiere saltar. Quedan para tomar algo, se llaman, se envían mensajes… Y todo comienza un 18 de octubre con un sencillo «¿Quieres salir conmigo?» y un beso en una oscura sala de cine.

El primero de los muchos que vendrán.

1 comentario:

  1. Hola!! yo tambien he empezado un blog de lectura. Tambien me encanta los libros chick-lit y novelas romanticas.
    Tu relato esta muy bien, me gustaria leer más.
    Te sigo, me ha gustado mucho tu blog.

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